Habitualmente los profesionales de la salud sexual nos encontramos con personas que no entienden las causas de su dificultad para tener o mantener una erección como les gustaría. El rol del espectador en la sexualidad es una de las conductas que mantiene este problema, por eso es tan necesario atenderla, comprenderla y trabajarla para que no sigamos cayendo en ella.
En una relación sexual saludable y placentera es fundamental que las personas implicadas disfruten y atiendan a sus propias sensaciones (de otra manera la relación sexual carece de sentido). Aunque esto parezca algo evidente, no suele llevarse siempre a cabo. Y por razones socioculturales es el hombre sobre todo quien suele tener esta conducta.
¿Qué supone el rol del espectador en la sexualidad?
La persona que reproduce el rol del espectador tiene una gran preocupación por la satisfacción de su pareja sexual, considerando que es responsable directo de su placer. De esta manera, la relación no fluye con naturalidad. Así es como se produce una desconexión corporal, que impide la relajación, el disfrute y el placer.
Es inevitable que esas condiciones tengan una gran repercusión en el deseo y la excitación, dificultando así el reflejo de erección. Se le llama precisamente «rol del espectador» por que la persona observa a la otra desconectando de sí misma.

En esa desconexión la experiencia no resulta positiva. Porque además la persona tiene una vivencia acerca de la relación sexual errónea, considerando que es una situación donde «tiene que dar la talla» y demostrar que es capaz de generar placer. Bajo esta exigencia y actitud de desempeño acaba llegando la frustración y la preocupación. Todo esto genera tensión y ansiedad, inhibiendo el deseo y la excitación, ya que es contrario a la actitud erótica placentera.
¿Cómo solucionar el rol del espectador?
Esta actitud está muy asociada con el concepto que se tiene acerca de la sexualidad. Por eso se trabaja en consulta de sexología el concepto saludable de sexualidad, para que la persona que lo está sufriendo se vaya poco a poco desprendiendo de las creencias y actitudes que le llevan a no disfrutar de su sexualidad, y a estar demasiado atento a la necesidad de tener su pene erecto.
Es muy importante entender y asimilar que en la relación sexual cada uno debe aplicar un egoismo positivo, esto implica ocuparse y responsabilizarse de su propio placer, atendiendo a lo que le gusta y lo que no, de manera que pueda compartir su goce y disfrute con la otra persona.
Es importante acudir cuanto antes a consulta de sexología, porque esto no es algo que se solucione por sí solo. Requiere de ayuda profesional, y en unas cuantas sesiones es posible vivir las relaciones sexuales de una forma más placentera, y no desde la preocupación, la tensión y la evitación.
Se aplican técnicas para enriquecer las relaciones sexuales, con la intención de que el objetivo en todo momento sea el de disfrutar de la relación a través del placer. Trabajando aspectos clave de la educación sexual como: la comunicación, el papel del afecto, comprensión fisiológica de las disfunciones sexuales asociadas al ámbito psicológico y social, mitos, creencias erróneas, etc.
Pídeme cita para tu primera sesión online o presencial y comienza a disfrutar de tu vida sexual.