La autoestima en los niños es algo fundamental. Hacia los dos años comienza el sentido de la vergüenza y la idea de inseguridad ante un mundo que es todavía desconocido para ellos. Un psicólogo infantil, para los que no saben adaptarse al medio, puede ser la mejor garantía que haya disponible, una manera de avanzar con la sociedad.
Con la timidez y el miedo al ridículo haciendo mella, nos encontramos con un entorno que puede ser hostil, un terreno que de alguna manera no mejora en absoluto la situación de que el pequeño pueda encontrarse mejor. Para esto, conocer la exposición que hay y saber cómo tratar con ella es la única forma posible.
¿Qué podemos hacer para fomentar la autoestima en los niños pequeños?
Cuando un niño manifiesta que está sufriendo algún tipo de desconcierto, conviene que nos pongamos con él de inmediato. Son muchos los padres que, después de observar ciertos comportamientos en su hijo, piensan que puede ser víctima de bullying o presiones sociales con las que no sabe lidiar.
Atender a esto es fundamental pero, también conviene saber cómo hacer que los pequeños encuentren su sitio, para que se vayan adaptando al medio y vean que son muchas las cosas de las que pueden disfrutar. A continuación, para que tú también puedas entregarlo a tu hijo, te dejamos con una serie de consejos:
Empatizar con ellos
Saber cómo comportarnos con los niños es el primer paso para que aumenten su autoestima. De entrada, si han hecho algún baile o han cantado canciones solos en casa, igual no se sienten bien con la idea de que se las pidamos en público. Vigila esto porque se trata de que esté en condiciones y vaya poco a poco.
Reconocer sus méritos

Si el niño ha hecho algo bien debemos reconocerle el mérito. De la misma manera que le reñimos cuando hacen algo mal, conviene que sepamos decirle que están en lo cierto, que ese dibujo que pintaron es mejor que el anterior y, de alguna manera, nos sentimos orgullosos de ellos.
No exigirle (demasiado)
Desde una temprana edad compensa que los niños sepan que hay obligaciones y que existe una idea del deber pero…¡todo a su debido tiempo! Exigir al pequeño de manera ordenada es la mejor forma de que vaya aprendiendo, de que sepa cuáles son los límites y a qué debe atender. ¿Lo tendrás en cuenta la próxima vez?
Recordar que le quieres
¿Sabías que los niños necesitan de la estima de sus padres? Recordar a tu hijo que le quieres, que te gusta tal y como es hará que se siente bien, que vaya a clase con más ánimo y que esté más seguro de sus acciones. Sin que exista sobreprotección en este aspecto, seguro que termina agradeciendo cada uno de los detalles.
Como vemos, fomentar el valor en los niños no es tan complicado como parece. Son muchos los padres que no tienen en cuenta las pequeñas acciones y es por eso que debemos prestar atención para que ellos también se sientan bien. ¿Te vas a quedar a las puertas de hacer las cosas bien?