A la hora de hablar sobre sexualidad, sería más adecuado hablar de sexualidades, ya que cada persona experimenta su placer, disfrute y satisfacción de un modo diferente. No existe una norma de cómo debe de ser nuestra sexualidad, en el momento en el que se limita la naturalidad y espontaneidad se psicopatologiza poniendo una etiqueta de cuáles son las conductas normales y cuales no. Esto es algo que no nos permite disfrutar de nuestra sexualidad de una forma sana y libre.
¿Qué supone la sexualidad humana?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace la siguiente definición de lo que representa la sexualidad humana:
“La integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual por medio que sean positivamente enriquecedores y que potencien en las personas, la comunicación y el amor”.
“Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.”

Es biopsicosocial
Nuestra sexualidad se compone de tres dimensiones fundamentales: la biológica, psicológica y social, por ello decimos que la sexualidad humana es biopsicosocial y favorece el desarrollo de nuestra personalidad.
En el aspecto biológico se responde a la pregunta ¿cómo somos? Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos.
En el aspecto psicológico se responde a la cuestión de ¿cómo nos sentimos? Haciendo referencia a nuestras emociones, sensaciones, pensamientos, fantasías, tendencias y actitudes.
En el aspecto social la pregunta a la que se da respuesta es a ¿cómo actuamos? Que corresponde a nuestra erótica, conductas aprendidas, ritos y costumbres, en función a lo que se nos enseña y se nos impone desde nuestra sociedad como un proceso de socialización.
En estas tres dimensiones de la sexualidad humana intervienen múltiples factores que se interrelacionan entre sí.
En estos dos artículos redactados por mí lo detallo con más profundidad:
La sexualidad humana es biopsicosocial
La sexualidad es por lo tanto un aspecto fundamental de las personas que se manifiesta a través de nuestros deseos, de nuestras actitudes, creencias, valores, fantasías, y las relaciones que mantenemos con otras personas. Se habla de sexualidades ya que no existe una sexualidad sino que cada persona vive su sexualidad de una manera, que va cambiando a lo largo de su vida.

“La sexualidad no es lo que creemos, no es como nos la han contado. No existe una, sino muchas sexualidades”
-Albert Rams
La sexualidad nos permite explorar en nuestro autoconocimiento y que seamos capaces de encontrar nuestro propio placer. Somos responsables de nuestra sexualidad con respecto a las decisiones que tomamos y cómo la vivimos. Es importante saber que no es necesario tener pareja para experimentarla y disfrutarla, también se puede desarrollar de forma individual.
Si tienes problemas o dificultades para vivir tu sexualidad desde el placer y el disfrute ponte en contacto conmigo, ya que estoy especializado en educación sexual, sexología y terapia de pareja.